• El 27 de Abril de 2016 el equipo KAN, correspondiente al auto solar Antunekul2S, se coronó en el primer lugar de la competencia internacional.
• Dentro del proceso previo a la competencia se abordaron aspectos técnicos desde la Ergonomía, para resguardar la seguridad del piloto, pero también se consideró el apoyo en asuntos de rendimiento físico y psicológico.

Tras cinco días y 2.300 km de travesía, 21 equipos tanto nacionales, como internacionales, recorrieron con autos Híbridos y 100% solares, el trayecto comprendido entre las ciudades de Iquique, Calama, Antofagasta y Chañaral. El triunfo que obtuvo Antunekul2S, auto solar dirigido por el equipo KAN de la Universidad de Concepción, es parte de un arduo trabajo de superación y mejora a partir de las anteriores experiencias en la competición.

En esta ocasión, el trabajo en equipo consideró no solo la participación de nuestra universidad, sino que también consideró el apoyo de la Universidad Técnica Federico Santa María y del Bío – Bío. Lo anterior debido a que este año se incrementó la complejidad de la competencia, al ser la primera vez que los autos deberían pasar por tres regiones, una cantidad importante de kilómetros que consideraron el recorrido por la costa y por ende, la presencia de camanchaca que haría a los autos recibir menos sol y el paso de 0 a 3 mil metros de altura en un solo día.

Es bajo aquellos parámetros en que la participación de la Unidad de Ergonomía UdeC se vuelve un apoyo complementario y necesario para el logro de la victoria. El profesor Felipe Meyer, parte de los académicos que participaron en el proceso de asesoría e implementación de mejoras al auto solar, comenta que el equipo KAN se acercó en abril del año pasado para invitarlos a participar.

“En una primera instancia, el equipo vino por el tema del diseño de las cabinas y lo que se hizo ahí fue un levantamiento de las restricciones de la construcción del asiento, las alturas, los espacios, etcétera. Frente a eso, se hizo un estudio del tamaño de los pilotos, sus dimensiones antropométricas y los rangos de confort para ubicar pedales y volante. Ese proceso duró aproximadamente un mes y medio, desde que ellos llegaron, hasta que se les entregó el prototipo”, explica Meyer.

Luego, el prototipo fue entregado a un grupo de diseñadores de la universidad del Bío-Bío y ellos lo llevaron a maquetas, en donde se hicieron nuevos ajustes. “En esta segunda etapa, se comenzaron a estudiar los materiales a usar dentro de la cabina, en base a la comodidad para el piloto y también, qué telas podrían adaptarse mejor a las condiciones de altura, costeras y desérticas, que se atravesarían durante la carrera, ya que dentro de los parámetros estaba la exposición a 40 grados Celsius dentro de la cabina”, agregó el académico de la Unidad de Ergonomía.

Lo técnico y lo humano

En total, el proceso para obtener el mejor resultado de cabina, duró ocho meses. Ya en marzo de 2016, la Unidad de Ergonomía le plantea una nueva propuesta, esta vez dirigida al rendimiento de los pilotos. Con respecto a lo anterior, el profesor Meyer comenta: “Les sugerimos un plan de entrenamiento físico, porque como Unidad detectamos que se necesitaba reforzar y fortalecer la musculatura de todo el tren superior, debido a la cantidad de horas en que el piloto debía mantenerse en una misma posición. Junto con lo anterior, el entrenamiento físico también debía considerar una etapa con exposición a calor para mejorar la aclimatación durante la carrera”.

En esta instancia la figura del piloto y su preparación fue sumamente importante, ya que se les expuso a la condición de calor en una cabina durante una hora y media al día, por cinco días. Esto, a una temperatura entre 40 y 45 grados Celsius. “El resultado luego de la preparación, fue que logramos mejorar su adaptación física en un 50%, básicamente en lo que se refiere a frecuencia cardiaca y temperatura interna. Ahí también pudimos concluir que al estar preparados mejor físicamente, también están mejor mentalmente. Para poder medir esto, la Psicóloga de nuestra unidad, Fabiola Maureira, también realizó un trabajo con Matías, el piloto del equipo”, finalizó Meyer.

Finalmente, los profesionales de la Unidad de Ergonomía, también diseñaron un plan de hidratación para que los pilotos pudiesen soportar la carrera, señalando cómo hidratarse, cuándo y en qué momentos.

La unidad de Ergonomía felicita al equipo y espera que el espíritu de desarrollo, creatividad y competencia siga presente en KAN.